El viaje de la granja a la mesa es un proceso delicado en el que la pureza y la higiene no son simplemente deseables, sino imperativos absolutos. La industria de alimentos y bebidas, responsable de nutrir a miles de millones de personas, depende de equipos meticulosamente diseñados para prevenir la contaminación y garantizar la seguridad y calidad de los productos que consumimos. Dentro de esta intrincada red de procesamiento, mezcla y envasado, las válvulas desempeñan un papel fundamental, aunque a menudo invisible, en el control del flujo de ingredientes y en la garantía de la integridad de cada paso. La industria de alimentos y bebidas utiliza válvulas sanitarias (incluidos los diseños de bola y mariposa) con superficies lisas y fáciles de limpiar. Las válvulas de retención con configuraciones sanitarias evitan el reflujo y los filtros eliminan las partículas para garantizar la calidad y la seguridad del producto. Las válvulas de seguridad, diseñadas con consideraciones sanitarias, se utilizan en equipos presurizados para evitar la sobrepresión y garantizar la seguridad.