En cualquier sistema de control de fluidos, las válvulas son los componentes críticos que dirigen, regulan y detienen el flujo. Si bien la selección de una válvula de alta calidad es el primer paso, un plan de mantenimiento proactivo es el secreto para garantizar su rendimiento, seguridad y confiabilidad a largo plazo. Descuidar el mantenimiento puede provocar fugas, fallas en el sistema y costosos tiempos de inactividad operativa.
La buena noticia es que una rutina de mantenimiento simple y constante puede extender drásticamente la vida útil de sus válvulas. Esta guía cubre los problemas comunes de las válvulas y proporciona una lista de verificación práctica para mantener su sistema funcionando sin problemas.
Identificar las primeras señales de advertencia de falla de la válvula es clave para prevenir problemas importantes. Aquí hay algunos problemas comunes a tener en cuenta:
Un programa de mantenimiento preventivo es la forma más eficaz de maximizar la longevidad de la válvula. Integre estos pasos en sus inspecciones periódicas del sistema.
Realice recorridos regulares para inspeccionar visualmente sus válvulas. Busque cualquier signo de fugas en el empaque del vástago, las juntas o el cuerpo. Verifique si hay corrosión visible, daños físicos en el volante o actuador y asegúrese de que todos los pernos estén seguros.
Mantenga limpias las partes externas de la válvula. Limpie cualquier polvo, suciedad o acumulación de proceso del vástago y el cuerpo de la válvula. Un vástago limpio evita que los contaminantes entren en el empaque cuando se opera la válvula, lo que ayuda a prevenir fugas en el sello del vástago.
La lubricación adecuada es esencial para las válvulas con partes móviles, especialmente para válvulas de múltiples vueltas como válvulas de compuerta y válvulas de globo. Aplique el lubricante recomendado por el fabricante al vástago de la válvula, la tuerca del vástago y la caja de engranajes (si corresponde). Esto garantiza un funcionamiento suave y evita el desgaste prematuro.
Las válvulas que permanecen en una posición durante largos períodos pueden agarrotarse o atascarse. Es una buena práctica ciclar estas válvulas (moverlas de completamente abiertas a completamente cerradas y viceversa) periódicamente. Esto rompe cualquier acumulación en los asientos y confirma que la válvula está operativa. Esto es especialmente importante para válvulas de cuarto de vuelta como válvulas de bola y Válvulas de mariposa.
Durante las paradas planificadas, inspeccione los "productos blandos" de la válvula: el empaque, los sellos y las juntas. Estos suelen ser los primeros componentes que se desgastan. Reemplácelos según sea necesario para evitar fugas antes de que comiencen. Para aplicaciones críticas, tener a mano un kit de sellos de repuesto es una buena inversión.
Para conocer más estándares y mejores prácticas de la industria, el Asociación de Fabricantes de Válvulas de América (VMA) proporciona amplios recursos en su sitio web, https://www.vma.org/.
El mantenimiento proactivo de la válvula no es un gasto; Es una inversión en la seguridad, eficiencia y longevidad de toda su operación. Al seguir una simple lista de verificación de inspección, limpieza, lubricación y ciclo, puede prevenir los problemas más comunes de las válvulas antes de que ocurran.
Una válvula bien mantenida y de alta calidad proporcionará un servicio confiable durante años. Si encuentra una válvula que no se puede reparar o necesita actualizar su sistema, Contacta con nuestro equipo de expertos para encontrar el reemplazo perfecto para su aplicación.